Caballeros: vamos a morir y está bien

(Post original)
Vamos a morir y está bien.
Caballeros: No solo no seremos líderes de la causa. Esta vez todos (sí, yo y tú también) vamos a morir.
La alzada feminista no es una solicitud ni una consulta pública, es una revolución y en las revoluciones los reyes mueren decapitados sin tribunal mediante, pidan o no perdón.
La muerte del patriarcado exige (no solicita) la muerte simbólica de todos los hombres (hetero y homosexuales-patriarcales) su vergüenza y su horca moral.
Todos seremos apuntados, avergonzados, los peores delincuentes del patriarcado terminarán físicamente en la cárcel.
Esto es ley de revolución, no es opinable. Lo importate es esto: esta revolución, como todas las que son sociales, es necesaria. Una revolución es básicamente el incendio natural que permite reforestar un bosque enfermo.
Dejemos de dar pena sumándonos como si estuvieramos fuera de esto (¿te imaginai Luis XVI diciéndole al pueblo en plena revolución francesa: ¡cabros, me sumo!), menos intentemos cometer la estupidez de organizarnos para resistir esta muerte moral inminente ni defendernos entre nosotros.
Tengamos la decencia de recibir la horca invisible que nos va a tocar a todos entregándonos a ella y sabiendo que el único resultado será nacer otra vez, algo menos pelotudos.
Serán ellas, las dueñas de la guillotina, las únicas también capaces de resusitarnos. Silencio y espera. Lo que viene le va a hacer bien a la humanidad.
Todos vamos a morir, seremos sacados del palacio y quemados. Unos morirán en silencio, otros tarados gritarán "exageradas" mientras les acomodan la soga invisible de la vergüenza.
Decencia y honor, nomás. Agradezcamos que son tomates en la plaza pública y no balas lo que se nos viene (eso también debimos aprenderlo de ellas en revoluciones anteriores).
Esto no significa tomar una posición pasiva ni dejar de apoyar, significa apoyarlas en construir nuestra propia horca, ir al Homecenter y cotizar cuerdas gordas, no decirles cómo hacer una revolución. En eso consiste el acto heróico.
Todos tenemos que morir simbólicamente para que no haya ni una menos. Bienvenido sea.